dimecres, 22 de desembre del 2010

Un día de camping ( 4 )

Esta es la cuarta entrega de este pequeño libreto que intenta explicar como és un día cualquiera en un camping en pleno mes de agosto :

La comida ya es un leve recuerdo , pronto caerá algún fruto seco o un helado . Muchas calorías para tan poca actividad , y la tarde no se presenta muy movida , a no ser que busquemos alguna actividad que nos evada del letargo . Estar sentado en la hamaca toda la tarde es una buena opción , pero ya va siendo hora que el cuerpo adquiera alguna actividad que justifique su vitalidad . Algunas tardes salimos a pasear por el río , bueno en realidad a la riera , que atraviesa el camping por el sur , justo por la entrada principal . Otras nos vamos con la furgoneta de compras al pueblo , pero no por la carretera convencional , sino por caminos y cada vez uno diferente ; lo que nos ha llevado a descubrir varios secretos que encierran estas montañas . Hemos descubierto dos ermitas , una de cierta enjundia , un pequeño estanque donde hay peces de color naranja y muchas ranas , una iglesia abandonada , varias masías interesantes y muchos pintorescos rincones que encierran maravillas de la naturaleza . Y todo esto en el trayecto que hay entre el camping y el pueblo mas cercano que está a unos 15 kilómetros en carretera , menos si vamos por el medio de los bosques . Estas aventuras no dejan de tener su riesgo , primero no vamos preparados con un vehículo adecuado cuando caen cuatro gotas de lluvia ; segundo vamos sin ningún mapa , o GPS que nos pueda salvar cuando perdemos el norte y tercero en la montaña el tiempo cambia sin avisar . Pero precisamente eso es lo que hace de estas excursiones una aventura divertida , los reflejos , la intuición y la suerte se unen para dar con el premio y la adrenalina suele aparecer durante el recorrido . Así solemos pasar las tardes que salimos del camping , pero cuando no salimos hay dos posibilidades : la primera es volver a la piscina , un buen chapuzón refresca y tonifica , lo que muchas veces es preferible a cualquier otra circunstancia . La segunda es vegetar en la parcela , un buen café con hielo , una lectura apasionante o una buena partida de cartas a la sombra también ayudan a tonificar el cerebro .
Las tardes deben ser pausadas o agrestes , si escogemos que sean pausadas lo mejor es ver pasar el tiempo con la mente en blanco , aunque estemos jugando a cartas o leyendo un libro . También es recomendable sentarse delante de la tele , en la hamaca , mirando algún insípido programa . Tampoco es mala idea ir a ver como juegan a la petanca los veteranos campistas ; sentado en un banco , con una bolsa de pipas o de pistachos . El objetivo es no hacer nada que nos haga pensar lo mas mínimo . Si por el contrario elegimos acción esta debe ser fuerte , que nos agote , que nos produzca sudor . Ir por los caminos con la furgoneta me ofrece esa opción , pero hay mas , como remontar el río o jugar un partido de fútbol con la juventud . El caso es que a las nueve aproximadamente una buena ducha nos relaje y prepare para las últimas acciones del día , que empiezan con la cena y acaban con alguna actividad programada en las piscinas . Y para que la ducha surta efecto primero se ha de tener el cuerpo presto a recibir el agua tibia que purifica tanto estrés vacacional . Así son mis tardes de camping , así me gustan que sean y así espero poder pasarlas en el futuro .

Bueno ya hemos llegado a las puertas de la cena , que trataré en el quinto volumen de este "dia de camping" . Estamos a puertas de la Navidad , y aunque no tengo mucha audiencia según mis contadores de visitas , sería de muy mala educación no desear a todo aquel que entra en este blog una feliz Navidad y un mejor año 2011 , lleno de dicha y salud . Hasta pronto .

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