dimarts, 23 de novembre del 2010

Un día de camping ( 2 )

En el primer capítulo de esta serie , un día de camping , veíamos lo que pasaba entre la hora de levantarme hasta el paso por los lavabos . En esta segunda parte pasaremos por el trance hasta la hora de la comida :

"Bien limpitos , desayunados y con el ánimo puesto en intentar pasar una agradable mañana de agosto , recojo los bártulos y me dirijo hacia la caravana , donde mi señora descansa en la hamaca el duro despertar . Por delante , estamos en zona de paso , desfilan las familias campistas que dirigen sus pasos desde sus aposentos hasta los distintos puntos neurálgicos del camping . Es un buen ejercicio de conocer los biorritmos de todas aquellos que cruzan por delante de la parcela , resulta relativamente sencillo saber si han pasado buena o mala noche , los "buenos días" de cada uno delatan su estado anímico .
Toca piscina , no hay fuerzas para metas mas ambiciosas , ayer ya visitamos por la mañana una bonita iglesia románica y descubrimos un paraje que mereció la atención de mi cámara réflex , hoy sol y descanso . Primero pasamos por el "súper" del camping a encargar una barra de pan y a recoger la prensa , sin uno u otro nos encontramos perdidos . No obstante la portada del periódico no explica nada que me merezca la atención , que si Islandia está en plena ebullición monetaria , que si Zapatero está de vacaciones en Palma junto al Rey , que si hay una exposición en el Cosmocaixa , o que Nadal ha llegado a la final de un torneo barriendo a su adversario . Mucha paja y muy poquito trigo , porque este año no hay polémicas resañables o yo no sé verlas . Ya son pasadas las doce y vislumbro a los niños en un rincón , a la sombra , alejados de la piscina ; por lo que deduzco que no les hará mucha gracia que nos acerquemos a su lado . En el polo opuesto , milagrosamente queda una pequeña zona poco expuesta al sol y ahí nos vamos con la bolsa de los potingues , el MP3 y la lectura del día .
Hemos saludado al menos a tres personas , de las cuales desconozco su nombre , pero que habitualmente nos encontramos en algún punto del camping :
- Qué sol !
- si , te destroza .
- voy a ver si me tumbo ahí un rato ...
- el agua aún está un poco fría .
Cuatro frases que rompen el hielo y demuestran cortesía entre vecinos . Ponemos las dos toallas , una a pleno sol y la otra en la sombra . Mi señora se empeña en ponerme un aceite empalagoso , dice que protege , protesto puesto que no voy a tomar el sol , pero ella puede mas que yo y en contra de mi voluntad me embadurna como una salchicha en aceite antes de pasar por la plancha . Es curioso observar el ir y venir de los campistas , unos camino del bar , otros en un constante paseo toalla-piscina , e incluso algunos paseando entre los demás campistas para dar simplemente la tabarra . Estoy lo suficientemente alejado del punto central de la piscina que paso casi desapercibido . Objetivo cumplido , la tranquilidad es un bien apreciado en vacaciones , y el cielo me presenta un espectáculo soberbio . Las nubes cambian de forma en momentos , lo que me parecía un alce hace unos segundos , parece ahora un gato , los movimientos son rápidos y constantes . Tumbado boca arriba , escuchando en el MP3 a Mozart , descubriendo formas en el blanco de las nubes encuentro el éxtasis . Pero Dios nos ofrece tan solo ratitos de placer , pequeños a mi parecer , ya que mi hijo llega a mi altura para borrar el cielo y mojarme con el agua que le cae de la cabeza . Me cago en... despierto de golpe , ya no hay cielo , solo infierno , Mozart está cerca de su réquiem y yo cerca de perder la compostura . ¿ Quiere guerra ? , a por él . Nos tiramos al agua y ahí empieza la fase de dominio alterno , él me puede en la distancia , pero en corto mi gancho es mas contundente . Dura poco la batalla , un silbato nos recuerda que hay mas gente a nuestro alrededor y se acaba la lucha , a él le parece aburrido estar conmigo sin zurrarme y a mi me parece que he llegado a mi punto máximo de gasto de energía , por lo que vuelvo a la toalla donde me desplomo para apurar otro momento de felicidad . Por lo que intuyo ya son mas de la una del mediodía , hay algunas señoras que abandonan sus toallas y hay algunos señores que se refugian en una jarra de cerveza , desparramados en las sillas de la terraza . Tengo calada una joven madre que siempre abandona la piscina a la una y media . Supongo que para dar de comer a su retoño aún bebé , y ese movimiento me marca la hora de ir recogiendo los pocos bártulos para no encontrarme el "super" cerrado , a las dos cierran y no hay prórrogas . Mi señora está enfrascada en una distendida conversación y le hago saber con un signo de la cabeza que ya es hora de ir levantando el campamento . Tardamos unos diez minutos en poder arrancar del lugar y llegamos con tiempo al "super" , por lo que otra paradita en la terraza del bar nos permite recargar batería para la hora de la comida . ¿ Qué comeremos ? , toca negociar ."

Esta es la 2ª parte de este relato , que está recogido en su mayor parte de las experiencias vividas en los 4 agostos que pasamos en un camping de montaña . En la próxima entrega toca la hora de la comida y la siesta , dos partes importantes en el día a día en la vida campera . Hasta la próxima .

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada